Bodega Valtravieso tiene su origen en 1985, año en que se plantaron sus primeras cepas de vid en la finca La Revilla. Su primer vino, vio la luz su primer vino el Valtravieso Crianza 1994. El éxito de este vino hizo que la bodega creciese en años sucesivos. En 2002 la bodega fue adquirida por la familia González Beteré y se inició un proceso de evolución y crecimiento. Valtravieso se caracteriza por tres elementos: su altitud, el suelo y el viñedo. Sus viñedos están situados a 915 metros, una altitud superior a la media de las tierras de la denominación de origen Ribera del Duero.
Su clima Átlántico, con gran contraste térmico entre el día y la noche, un suelo pedregoso muy pobre, con arcilla superficial, roca madre de caliza activa y unos vientos de la submeseta norte del Sistema Central pronunciados, favorecen la un perfecto estado sanitario de las cepas, una pausada maduración y un perfecto equilibrio alcohólico-fenológico, que junto a determinados trabajos de viticultura nos ofrecerán una materia prima de alta calidad necesaria para unos vinos elegantes, frescos, con excelente estructura, mineralidad y acidez.
Un viñedo único en el que las tres principales variedades cultivadas, por Valtravieso, son la Tinta Fina (Tempranillo), la Cabernet Sauvignon y la Merlot.
En 2007, con el propósito de ampliar la producción, se construyó una nueva bodega con mayor capacidad y medios más modernos. En la actualidad, cuenta con un viñedo de 73 hectáreas dividido en 4 pagos: La Revilla, Santa María, El Buey y El Obispo. Además, Valtravieso cuenta con unas instalaciones construidas de 4.500 m2, diseñadas para elaborar productos de máxima calidad. Un edificio integrado perfectamente con el paisaje que lo rodea y pensado para facilitar el trabajo en bodega. También, con una nave de elaboración, nave de barricas, oficinas, sala de catas, espacio social y nave de botellero y embotellado con una superficie de 9.000 m2.